Trastornos psiquiátricos en la tercera edad

Los trastornos psiquiátricos en la tercera edad son condiciones que afectan la salud mental de las personas mayores y pueden interferir significativamente en su vida cotidiana, relaciones y autonomía. Estas alteraciones abarcan desde problemas de ansiedad y depresión, que son frecuentes y muchas veces subdiagnosticados, hasta trastornos cognitivos más graves, como la enfermedad de Alzheimer u otras demencias.

Detectar estos trastornos de manera temprana es fundamental, ya que permite mejorar la calidad de vida, ofrecer un apoyo adecuado a los pacientes y sus familias y planificar estrategias que favorezcan la autonomía y el bienestar emocional en esta etapa de la vida.

Los trastornos psiquiátricos en la tercera edad suelen surgir de la interacción de múltiples factores, que pueden variar de una persona a otra:

Cambios biológicos: El envejecimiento provoca alteraciones en el cerebro y el sistema nervioso que afectan la memoria, la atención y la regulación emocional, aumentando el riesgo de desarrollar trastornos cognitivos y del estado de ánimo.

Factores genéticos: La predisposición hereditaria puede incrementar la probabilidad de sufrir determinados trastornos psiquiátricos, como la depresión, la ansiedad o enfermedades neurodegenerativas.

Factores ambientales y sociales: A lo largo de la vida, acontecimientos estresantes como la pérdida de seres queridos, la jubilación, la disminución de la red social o los cambios en el entorno pueden favorecer la aparición de ansiedad, depresión u otros trastornos emocionales.

Enfermedades médicas: La presencia de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o problemas neurológicos puede influir en la salud mental, tanto por sus efectos físicos como por el estrés emocional que generan.

Factores combinados: La interacción de todos estos elementos —biológicos, genéticos, sociales y médicos— hace que los trastornos psiquiátricos en la tercera edad sean complejos y requieran un enfoque integral para su prevención, diagnóstico y tratamiento.

Los síntomas de los trastornos psiquiátricos en personas mayores pueden variar según el tipo de trastorno y la persona afectada, pero algunos de los más comunes incluyen:

• Cambios de ánimo y emocionales: Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, irritabilidad o apatía, que pueden dificultar la relación con los demás y la realización de actividades diarias.
• Problemas cognitivos: Dificultades en la memoria, la concentración, la atención y la toma de decisiones, que pueden interferir en la vida cotidiana y la autonomía personal.
• Cambios en el comportamiento: Aislamiento social, alteraciones en los patrones de sueño y apetito, agitación, desinhibición o conductas inusuales que afectan la interacción con el entorno.
• Delirios y alucinaciones: En trastornos psicóticos, algunas personas mayores pueden experimentar percepciones erróneas de la realidad, confusión o desorientación temporal y espacial.
• Deterioro funcional: Dificultades para realizar actividades básicas de la vida diaria, como vestirse, asearse, preparar alimentos o gestionar sus propias responsabilidades.

Estos síntomas pueden aparecer de manera gradual o súbita y afectar significativamente la calidad de vida, por lo que es fundamental una evaluación temprana por profesionales especializados en salud mental de la tercera edad.